Casarse en verano es mucho más que celebrar la boda en la playa. Para empezar, el verano nos permite algunas licencias protocolarias, como vestidos de novia más ligeros e informales, de estilo moderno o banquetes más relajados donde los menús son más frescos y ceden parte de su protagonismo a los típicos cóctels veraniegos.
Tomen nota de todas nuestras ideas:
- Un escenario único: la playa, un yate en medio del mar, una isla... Si lo suyo es una boda íntima con pocos invitados lo tienes fácil.
- Aires marineros: si quieres algo diferente y realmente sorprendente, una boda temática es su mejor opción. ¿Qué les parece una boda marinera, ambientada en los pequeños pueblos pescadores de las islas de nuestro litoral?
- Guapa y radiante va la novia ¡y natural!: Porque si algo tiene el verano es que nos sienta bien y eso se nota. Aprovecha el buen color que tomarás con el sol para enseñar los hombros, y si te atreves, también las piernas con vestidos de novia cortos. Y dejad vuestras melenas sueltas adornadas con una bonita flor.
- Un banquete muy fresco: platos ligeros a base de ensaladas y canapés fríos, cremas de verano, brochetas de carne o pescado y mucho marisco. Un menú que perfectamente puede servirse en una terraza, en un ambiente más relajado y con menos formalidades y para el que no será necesario montar el típico salón de boda con mesas numeradas. Por supuesto, los cócteles jugarán un papel protagonista.
- Detalles de boda muy refrescantes: los pai-pai, los pareos y las chanclas de playa serán tus mejores aliados para combatir las altas temperaturas y dar ese toque veraniego a los regalos de los invitados. Los jabones con forma de polos también son una buena opción.
¡¡Y recuerden!! Aprovechen todo lo que les ofrece esta estación veraniega.
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